Fue el ajetreo, si, debió de haber sido eso. Grandes torres
aparecieron alrededor, entre los cerros asomaban poco elocuentes y ni siquiera
me había percatado, debió de haber sido el ajetreo.
Al notar su nada discreta presencia no hubo que pensarlo
mucho; figuras simétricas, rectas, diagonales y perfectos ángulos de aires
minimalistas enloqueciendo el instinto fotográfico.
Esperando un día perfecto, un día sin ajetreo, un perfecto
cielo azul, un perfecto sol escondido entre los cerros alejados, nunca llego.
El día era por completo gris, solo eso; pero entre más avanzaba el camino de
torres de metal y concreto las imágenes se mesclaban interesantes, buenas fotografías
con increíbles cielos gris-blanco.
La obra aún no termina, CFE sigue dispuesto a sembrar torres
alrededor de la zona donde habito; posiblemente no me dé cuenta cuando
concluya, por el ajetreo.
La canción George Ezra - Budapest , y leyendo Cereal Magazine. ,
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